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El número de nacimientos se reduce un 27% en Extremadura en diez años

El número de nacimientos se reduce un 27% en Extremadura en diez años

La región cerró el pasado año con 7.808 alumbramientos, un 8,1% menos que en 2017, lo que supone el tercer peor dato del país

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Miércoles, 19 de junio 2019

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El reto demográfico amenaza con convertirse en un escollo insalvable. Extremadura cerró el pasado año con 7.808 nacimientos, la cifra más baja de la serie histórica, empeorando la cifra anterior, de 2017, cuando llegó a 8.495. La caída, superior a un 8%, es la más drástica que haya registrado nunca la región y evidencia que hacen falta medidas urgentes.

Los datos de movimiento natural de población difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística reflejan que los fallecimientos también bajaron el pasado año en la región, aunque no en la misma medida. Apenas un 1,3%, al pasar de 11.585 en 2017 a 11.433 en 2018. Al menos, impidió que el resultado vegetativo fuera aún más negativo. Solo por la diferencia entre nacimientos y defunciones la región perdió el pasado año 3.625 habitantes, el peor dato de la serie histórica.

El número de defunciones ha ido al alza en los últimos años, algo propio del envejecimiento de la población y del crecimiento demográfico de las últimas décadas. Pero resulta más difícil de explicar la caída de los nacimientos, en lo que influyen cuestiones como la precariedad laboral, la emigración de los jóvenes, el desempleo... Razones vinculadas a la reciente crisis económica, que aún hace sentir sus consecuencias, al menos para los indicadores demográficos.

Según el INE, en España la natalidad ha caído más de un 40% en el último decenio

Basta remontarse al año 2008, antes de que comenzara el periodo de desaceleración económica. Fue el último con resultado vegetativo positivo en Extremadura tras doce años con más defunciones que nacimientos. Desde entonces, el saldo ha sido siempre negativo, con lo que se han perdido casi 20.000 habitantes.

En 2008 nacieron en Extremadura 10.735 niños, el dato más alto de la serie reciente. En diez años se ha producido una caída del 27%. En ese ejercicio hubo 10.441 defunciones. El incremento es del 9,5% en el mismo periodo.

El resultado es una población cada vez más envejecida. En 2008 el 18,78% de los extremeños tenía 65 o más años. En la actualidad pasa del 20%. Hace un decenio poco más del 5% contaba con 80 o más años. En 2018 llegó al 7,22%. Y la edad media de la región, que en 2008 era de 41,40 años, ha subido a 44,03.

Desplome nacional

En la comparación con otras comunidades autónomas, Extremadura no sale ganando. El pasado año fue la tercera con mayor caída de la natalidad por detrás de Galicia y La Rioja y la novena con peor saldo vegetativo (hubo cinco regiones con resultado positivo). Con todo, la situación es aún peor en el conjunto del país.

La natalidad en España se desploma. Por cuarto año consecutivo descendió en 2018. Salvo en 2014 que hubo un pequeño repunte de 1.880 niños más, el número de nuevos bebés ha caído en la última década. En 2008, vinieron al mundo 519.779 en 2008; el año pasado, solo fueron 369.302. Un descenso del 40,7% según el INE.

En comparación con 2017, supone una bajada del 6,1% (23.879 nacimientos menos). Del total de alumbramientos, 76.184 fueron de madre extranjera, lo que supuso el 20,6% del total (frente al 19,3% en 2017).

La tasa bruta de natalidad se situó en 7,9 nacimientos por cada mil habitantes, cinco décimas menos que la registrada en 2017. Este descenso se debe, en parte, a la disminución del número de hijos por mujer y a la reducción en el número de mujeres en edad de ser madres. Así, el grupo de mujeres de 25 a 40 años (que concentran el 85% de nacimientos), se redujo un 2,5% en 2018, pasando de 4,98 millones en 2017 a 4,85.

Por otra parte, el número medio de hijos por mujer se situó en 1,25 (1,22 en Extremadura), con un descenso de seis centésimas respecto a 2017. Es el valor más bajo desde hace 17 años. La edad media para ser madre escaló hasta los 32,2 años, frente a los 32,1 del ejercicio anterior.

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